Mucho se habla de crisis....crisis económica, social e incluso ética. Pero ¿quién tiene la culpa de todo ello? Es más ¿qué afán nos empuja a buscar siempre culpables, eso sí, fuera de nosotros mismos?
Las cosas jamás fueron, blancas o negras. Toda la confusión que vivimos es fruto de nuestra herencia judeo-cristiana, sumada al influjo de la cultura de masas y consumo en la que vivimos.
Vivimos un mundo marcado por estereotipos, que algunos tratan de evitar, pero cayendo en otros igualmente patentes sin ser conscientes (o puede que siéndolo) de ello.
Es poco lo que podemos hacer para huir de todo este ir y venir, si no es hacernos ermitaños.
Cuanto más observo a la humanidad más cuenta me doy de la confusión en cuanto al término realidad se refiere.
¿Cuántas veces hemos escuchado 'es mi realidad o verdad'? cada cuál vive su mundo desde su punto de vista...pero a veces nos dejamos llevar por la imaginación o creamos una realidad que en realidad no existe...por tanto NO es realidad. Es el mundo del imaginario, el que predomina en nuestros días. Fruto de una falta, en parte creada por una sociedad basada en el consumo masivo para 'poner parches' al alma.
Nunca antes hemos necesitado tanto de terapias, ayuda psicológica, libros de autoayuda, grupos de fortalecimiento vital. Y encima, tan en auge que están estas 'medicinas' hoy día, las mercantilizan...al igual que lo hacen con religiones como la budista (si amigos, ¿quién no ha ido a una tienda de decoración y la ha encontrado plagada de buditas?).
Estamos diciendo algo a gritos, y no nos damos cuenta. La sociedad está enferma, y va a ser difícil superar la adversidad.
El ego y el yo prevalece en una sociedad individualista, pero que no acabamos de entender precisamente porque debemos entendernos, primero, a nosotros mismos, y luego a los demás....
¿¿¿Que me tengo que aclarar conmigo misma con lo que cuesta y, aun encima, entender la psicología de los demás seres de este planeta????
Y así acabamos todos, locos perdidos. Y no se malinterprete la palabra locos. Acudir a un psicólogo, psiquiatra etc no cataloga a nadie de loco (como antiguamente). Es algo sano y valiente, es pedir ayuda y aceptar que uno solo no es suficiente para adentrarse en los entresijos de su propio ser.
Yo, yo, yo....¿cuántas veces al día empezamos frases con esta palabra? No lo hacemos conscientemente, nos lo han impuesto sin que nos demos cuenta.
Yo soy, así, asá, tengo una personalidad de tal forma, me gusta esto y lo otro....parece que a todos se nos conozca en seguida por unos determinados patrones de conducta. Cuando todos sabemos, en nuestros adentros, que tenemos diferencias. Eso es, precisamente, lo que nos hace acercarnos más a unas personas que a otras. Pero muchos andan equivocados, no son mis gustos musicales o estéticos los que me diferencian, sino mi personalidad, lo que he vivido, mi forma de amar y abrirme a los demás.
Y ahí muchos están perdidos en el desierto de lo no real.
To be continued.....
Las cosas jamás fueron, blancas o negras. Toda la confusión que vivimos es fruto de nuestra herencia judeo-cristiana, sumada al influjo de la cultura de masas y consumo en la que vivimos.
Vivimos un mundo marcado por estereotipos, que algunos tratan de evitar, pero cayendo en otros igualmente patentes sin ser conscientes (o puede que siéndolo) de ello.
Es poco lo que podemos hacer para huir de todo este ir y venir, si no es hacernos ermitaños.
Cuanto más observo a la humanidad más cuenta me doy de la confusión en cuanto al término realidad se refiere.
realidad.
¿Cuántas veces hemos escuchado 'es mi realidad o verdad'? cada cuál vive su mundo desde su punto de vista...pero a veces nos dejamos llevar por la imaginación o creamos una realidad que en realidad no existe...por tanto NO es realidad. Es el mundo del imaginario, el que predomina en nuestros días. Fruto de una falta, en parte creada por una sociedad basada en el consumo masivo para 'poner parches' al alma.
Nunca antes hemos necesitado tanto de terapias, ayuda psicológica, libros de autoayuda, grupos de fortalecimiento vital. Y encima, tan en auge que están estas 'medicinas' hoy día, las mercantilizan...al igual que lo hacen con religiones como la budista (si amigos, ¿quién no ha ido a una tienda de decoración y la ha encontrado plagada de buditas?).
Estamos diciendo algo a gritos, y no nos damos cuenta. La sociedad está enferma, y va a ser difícil superar la adversidad.
El ego y el yo prevalece en una sociedad individualista, pero que no acabamos de entender precisamente porque debemos entendernos, primero, a nosotros mismos, y luego a los demás....
¿¿¿Que me tengo que aclarar conmigo misma con lo que cuesta y, aun encima, entender la psicología de los demás seres de este planeta????
Y así acabamos todos, locos perdidos. Y no se malinterprete la palabra locos. Acudir a un psicólogo, psiquiatra etc no cataloga a nadie de loco (como antiguamente). Es algo sano y valiente, es pedir ayuda y aceptar que uno solo no es suficiente para adentrarse en los entresijos de su propio ser.
Yo, yo, yo....¿cuántas veces al día empezamos frases con esta palabra? No lo hacemos conscientemente, nos lo han impuesto sin que nos demos cuenta.
Yo soy, así, asá, tengo una personalidad de tal forma, me gusta esto y lo otro....parece que a todos se nos conozca en seguida por unos determinados patrones de conducta. Cuando todos sabemos, en nuestros adentros, que tenemos diferencias. Eso es, precisamente, lo que nos hace acercarnos más a unas personas que a otras. Pero muchos andan equivocados, no son mis gustos musicales o estéticos los que me diferencian, sino mi personalidad, lo que he vivido, mi forma de amar y abrirme a los demás.
Y ahí muchos están perdidos en el desierto de lo no real.
To be continued.....
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